El equipo Shunda practica la seguridad en el simulacro de incendio anual
16 de abril de 2024 – Un martes por la tarde, aquí en Shunda Air Conditioning Group, todos dejamos nuestras herramientas y nos alejamos de nuestros escritorios para algo mucho más importante que cumplir con una cuota de producción: nuestro simulacro anual de seguridad contra incendios. Curiosamente, es uno de esos eventos que esperamos con ilusión cada año, porque cuando se trata de seguridad, la práctica es insuperable.
Justo después de empezar el turno de la tarde, nuestro responsable de seguridad reunió a todos para una breve sesión informativa. Lo explicaron con sencillez: cuando suena la alarma, aquí es donde se dirigen y así es como se llega. Sin jerga rebuscada, solo instrucciones claras y concisas. Cuando finalmente sonó la alarma, lo que más llamó la atención no fue el caos, sino el orden de todos. Todos sabían exactamente adónde ir, se movían con determinación y, en cuestión de minutos, se contabilizó a cada persona en el patio de la fábrica.
Nuestro equipo de seguridad guió a grupos pequeños sobre cómo usar los extintores de incendios de la manera correcta, asegurándose de que nadie se fuera sin tener la oportunidad de practicar.
Pero el verdadero aprendizaje llegó después. No nos quedamos parados viendo una demostración; cada empleado tuvo la oportunidad de usar un extintor. El equipo de seguridad instaló un pozo de quema controlada y, uno a uno, todos nos pusimos manos a la obra para apagar llamas reales. "Ver a alguien hacerlo no es nada comparado con hacerlo uno mismo", comentó uno de nuestros operarios de la línea de montaje.
Los trabajadores del taller salen de su edificio durante el simulacro de evacuación del martes.
¿Es realmente importante un simulacro de incendio para un fabricante de aire acondicionado? Creemos que sí. De hecho, es muy importante. La forma en que realizamos estos simulacros —asegurándonos de que todos estén en sintonía, sin tomar atajos y prestando atención a los detalles— es la misma mentalidad que aplicamos a la línea de producción. Si no podemos garantizar la seguridad dentro de nuestras instalaciones, ¿cómo puede confiar en nosotros para proteger sus hogares, oficinas e instalaciones?
¿Y lo mejor? Al final de la tarde, se notaba el cambio. Ya no se trataba solo de seguir instrucciones. La gente empezó a señalar cosas que nunca antes habían notado: un acceso bloqueado, un almacén demasiado cerca de una salida. Realmente veían el espacio con ojos de seguridad. Eso es lo que buscamos: un equipo que no solo haga simulacros, sino que viva la mentalidad. Y eso es lo que genera confianza, mucho antes de que nuestros productos salgan de la fábrica.



